miércoles, 26 de enero de 2011










LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
El presente ensayo solo pretende brindar una pequeña visión del que es y como deber estar preparado el docente del presente siglo para afrontar los cambios constantes que trae el mundo del conocimiento. Permitiendo ver el mundo desde otro ángulo; siendo consciente que nuestros alumnos están cotidianamente sumergidos en un mundo de imágenes y que la labor importantísima como  docente, será el de guiarlos en su lectura e interpretación; para lo cual, debemos prepararnos y brindarles herramientas eficaces que les permita ser competentes en el mundo del conocimiento al que se enfrentan. Para desarrollar   el ensayo comencemos por analizar el siguiente interrogante: ¿Vivimos en una época de cambios o un cambio de época? ¿Cómo caracterizar a las profundas transformaciones que vienen con la acelerada introducción en la sociedad de la inteligencia artificial y de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC)?

En la última década, la expresión “sociedad de la información” se ha consagrado sin lugar a dudas como el término hegemónico, no necesariamente porque exprese una claridad teórica, sino por el bautizo que recibió en las políticas oficiales de los países más desarrollados. Los antecedentes del término, sin embargo, datan de décadas anteriores. En 1973-formula que el eje principal de ésta será el conocimiento teórico y advierte que los servicios basados en el conocimiento habrán de convertirse en la estructura central de la nueva economía y de una sociedad apuntalada en la información, donde las ideologías resultarán sobrando. Esta expresión reaparece con fuerza en los años 90, en el contexto del desarrollo de Internet y de las TIC.

En efecto, para fines de siglo, cuando la mayoría de los países desarrollados ya habían adoptado políticas de desarrollo de la infraestructura de las TIC, se produce el auge espectacular del mercado de acciones de la industria de la comunicación. Pero los mercados del Norte comienzan a saturarse. Entonces, se intensifican las presiones hacia los países en desarrollo para que dejen la vía libre a la inversión de las empresas de telecomunicaciones e informática. La noción de “sociedad del conocimiento”; “sociedades del saber”,  surgió hacia finales de los años 90 y es empleada particularmente en medios académicos, como alternativa de algunos a “sociedad de la información”.

La sociedad de la Información es la piedra angular de las sociedades del conocimiento. El concepto de “sociedad de la información”,  está relacionado con la idea de la “innovación tecnológica”, mientras que el concepto de “sociedades del conocimiento” incluye una dimensión de transformación social, cultural, económica, política e institucional, así como una perspectiva más pluralista y desarrolladora. El concepto de “sociedades del conocimiento” es preferible al de la “sociedad de la información” ya que expresa mejor la complejidad y el dinamismo de los cambios que se están dando. El conocimiento en cuestión no sólo es importante para el crecimiento económico  de un país,  sino también para empoderar y desarrollar todos los sectores de la sociedad”.
Es importante resaltar que lo que caracteriza a la revolución tecnológica y del conocimiento  actual no es el carácter central del conocimiento y la información, sino la aplicación de ese conocimiento e información a aparatos de generación de conocimiento y procesamiento de la información - comunicación, en un círculo de retroalimentación acumulativo entre la innovación y sus usos”. “La difusión de la tecnología amplia infinitamente su poder cuando sus usuarios se la apropian y la redefinen. Las nuevas tecnologías de la información no son sólo herramientas que aplicar, sino procesos que desarrollar. Por primera vez en la historia, se valora  la mente humana como una fuerza productiva directa y no sólo un elemento decisivo del sistema de producción

DEFINICION

Cuando hablamos de la sociedad del conocimiento nos estamos refiriendo al conjunto de transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales que parecen estar cambiando la base material de nuestra sociedad. Uno de los fenómenos más importantes relacionado con estos cambios es la presencia cada vez más protagónica de los medios masivos de comunicación electrónicos, audiovisuales y digitales, a través de los cuales circulan de manera incontrolable la información y las imágenes.
Se trata de una transformación socio tecnológico, puesto que todas las sociedades son del conocimiento. Y en todas las sociedades históricamente conocidas, la información y el conocimiento han sido absolutamente decisivos: en el poder, en la riqueza, en la organización social y en la educación.
En este sentido, parece un poco confuso designar a la sociedad del conocimiento como emergente de la posmodernidad. Esto querría decir que históricamente ¿venimos de realidades sociales del desconocimiento? Por supuesto que no. la sociedad del conocimiento debe ser  algo más general sobre lo que se conforma conceptualmente nuestra realidad.
Por ejemplo, cuando hablamos de sociedad industrial, no nos referimos simplemente a la máquina de vapor, primero, y a la electricidad, después. Sino a las grandes transformaciones que tuvieron lugar en todos los procesos: de la política, de la economía, de la guerra, de la cultura y de la educación. Sin duda, en este período ocurrieron cambios en la capacidad de procesar y distribuir energía de forma ubicua en el conjunto de la actividad humana.

Entonces, al hablar de sociedad del conocimiento —en otros casos, sociedad de la información— en la primera década del siglo XXI ponemos en escena a esas otras transformaciones que cambiaron y siguen cambiando la capacidad de procesar y distribuir información de forma permanente en el conjunto de toda  actividad humana.

Como bien señala el investigador argentino Luis Alberto Quevedo, “la reflexión actual sobre medios, tecnologías y cultura involucra complejos temas estructurales de la sociedad contemporánea y no solamente temáticas que involucran al campo simbólico o de valores de una época, tan importantes como los anteriores ya que es allí donde se socializan los jóvenes, se forjan las subjetividades y se conforman las ideologías que movilizan a los ciudadanos en el campo de la política”.

¿QUE PAPEL DESEMPEÑA EL MAESTRO?


Las transformaciones que está viviendo el mundo en materia económica, educativa, social, política y cultural, aunado a los grandes avances de la ciencia, la tecnología y la información en estos tiempos ha producido un nuevo contexto socio histórico donde la sociedad humana cada día debe asumir los cambios y retos que le impone la sociedad de la información y el conocimiento
Todos estos cambios han impactado al sistema educativo universitario en el mundo estableciendo una nueva concepción filosófica en los docentes y en las instituciones de educación a cualquier nivel.  Esta realidad conlleva al surgimiento de nuevos requerimientos y prácticas de gestión para el docente, para responder de forma eficiente y efectiva a los cambios que experimentamos hoy en día en este sector.

Se desarrolla la concepción del docente como un Gestor Cultural de las transformaciones sociales, tiene la misión de busca que la educación del estudiante esté centrada en los valores humanos y sociales y no sólo en el conocimiento, ya que la formación del individuo debe ser profunda y sensible en cuanto al compromiso social, la conservación y respeto de la diversidad cultural y del ambiente, la superación personal mediante el auto aprendizaje, el fortalecimiento de la autoestima y el desarrollo de la apreciación por el arte en todas sus manifestaciones.

El mejor maestro es aquel que trata de realizar en sí mismo lo que trata de realizar en los demás. (Demóstenes)

Estas exigencias provocadas por esta nueva sociedad del conocimiento ha tocado a las instituciones educativas desde el preescolar, hasta las  universidades y a todos sus miembros en el mundo, todos estos procesos continuos de cambios ha producido la necesidad de formularse una nueva visión, sobré el papel del docentes y los retos que estos deben asumir al igual que las instituciones educativas públicas o privadas en el siglo XXI.

Esta situación merece una especial atención puesto que el papel del docente en el siglo XIX, será cada vez más complejos; es importante resaltar que este debe responder a su propia especificidad histórica cultural y los espacios geográficos que la rodean en las dimensiones ética, política, culturales, económica, jurídico, que le sean de su competencia; en este sentido podemos señalar que las escuelas , colegios y los docente tienen la misión de estar al servicio de los intereses del país, esto con el fin de promover cambios y desarrollo para la búsqueda del bienestar colectivo de la sociedad.

Los continuos desafíos ante un contexto social dominado por el discurso de la globalización; por tal razón, es necesario que el docente asuma una actitud crítica desde su propia formación epistemológica y su cultura investigativa.

La educación  tiene retos futuros, pero lo primero por atender es y será su presente; el roll del docente ha cambiado a través de la historia, motivado a que no puede permanecer inmutable, ya que esta es signo de muerte; lo inerte permanece y permanecerá siempre indiferente. Lo que tiene vida necesariamente necesita alinearse a los constantes movimientos que se van generando por la dinámica social y educativa de cada país.
Esta nueva realidad tiene la intencionalidad de revolucionar una nueva cultura educativa basada en nuevas prácticas docentes, gerenciales y tecnológicas, que busca estimular al talento humano, sus capacidades cognitivas, fortalecimiento de las habilidades y la parte creativa, teniendo siempre presente el humanismo y la democracia como motor de cambio y transformación social.

En este mismo orden de idea, la formación de los futuros profesionales hoy en diga, constituye uno de los aspectos más importante y de mayor interés que debe tener presente el docente y las políticas educativas del estado. Para así lograr la excelencia educativa; porque el profesional del mañana no debe ser igual al de hoy en día, todo este proceso no recae solamente en la institución, sino que el docente también tiene responsabilidad en su desarrollo integral como  profesional.

En otras palabras la sociedad posmodernista requiere de docentes cada día con mayor presupuesto epistemológico, dispuesto a asumir la diversidad del conocimiento, liderazgo, ser más creativos e innovadores para facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje, de esta forma adaptarse a la nueva visión de la universidad del siglo XXI.

Veamos al docente como un hombre no como un objeto, ese sujeto, un paradigma expuesto a su continuo desarrollo humano que se ubique en un nivel de esencialidad más profundo, dicho nivel garantice la búsqueda de las principales causas y necesidades para la transformación y cambio en la sociedad. Este proceso complejo por su propia naturaleza humana se enriquecerá sistemáticamente si se ajusta a un proceso en espiral donde el pensamiento divergente y creativo pase de la abstracción a la acción consciente y a la actividad práctica ante nuevas situaciones de búsqueda de soluciones en el proceso de enseñanza -aprendizaje desde la visión filosófica la comprensión, explicación y interpretación en su nuevo rol como docente en el mundo del conocimiento que evoluciona en el siglo XXI. El docente que es capaz de reconocer si vive en una época de cambio o en un cambio de época, tiene enormes implicaciones en el mundo moderno tanto a nivel global, regional y local. Ya que  la competitividad por el conocimiento ha producido la necesidad de introducir un hombre nuevo con más competencia cognitivas, humanas con el objetivo de articularse de forma efectiva a los fenómenos que se producen en la sociedad del conocimiento.